Hoy 30 de noviembre del 2012, sepulte la mitad de mi corazón
y digo la mitad pues hace 13 años enterré la otra mitad junto con mi padre
El día 29 de noviembre de este año, mi madre fallecío, fue al llamado del señor bañada en lágrimas de todos los que la amábamos e inundada en flores provenientes de todos los corazones generosos de sus amigos y familiares.
Nunca podré narrar la indescriptible pena que invade mi
corazón ni aún así explicar el porqué se fue, quizás ya era su tiempo, talvez
su cuerpo cansado y afligido por el dolor no resistío más o fue quizás que no aguanto
el dolor de vernos sufrir a todos los que la amamos.
Hoy que no estás, añoro tus visitas, cuán difícil se hace tu ausencia, tus llegadas y aún tus despedidas con aquel: “Buenos mis lindos ya los he visto, me voy” y tu salida presurosa al encuentro del destino. Como olvidar aquel consejo oportuno y tus conversaciones tomando juntos un cafecito y unos ricos churros, así como tus infaltables visitas a tomarnos un cafecito con una empanadita española.
Tampoco podré olvidar aquellas palabras de aliento y hasta aquella reprimenda que bien merecida me la tenía y me hacía siempre reflexionar sobre mis faltas y errores, como olvidar también tu bienvenidas con aquel “Ven tomemos cafecito, siéntate mijito”. Oh que pesar, no poder verte mamita.
A veces pienso y me digo por qué no pude darte el mejor regalo, el mejor permufe, la mejor cena o aquel hermoso vestido que nunca te di; que solo y vacío me siento sin ti, solo me imagino cuan diferente hubiese sido si Dios me hubiere permitido unos días más junto a ti. Pero no puedo regresar el tiempo, y hoy son solo recuerdos, bellos y gratos recuerdos de tu presencia que permanecerán indelebles hasta el día de mi muerte.
Hoy no puedo más que pensar en lo afortunado que he sido en mi vida, el haberme dado Dios unos padres como los que tuve, solo pienso que Dios es bueno conmigo y que durante todo este tiempo sin pensarlo me regalo dos ángeles que siempre han estado, están y estarán junto a mi; si solo lo hubiese entendido entonces cuan diferente hubiese sido.
A tu recuerdo Mamita Linda.
Tu hijo Ramiro
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